La caja fuerte es un elemento importante en el hogar. Las joyas de valor, dinero en metálico y documentos importantes se guardan en un lugar de seguridad concebido especialmente para poner a buen recaudo aquello que más valoramos en caso de que un intruso irrumpa en la intimidad de nuestras casas.
Es por eso que el lugar que escojamos para nuestra caja fuerte no se debe dejar al azar. La primera barrera de seguridad que se establece en una caja fuerte no es la seguridad de su cerradura o lo complejo que sea poder abrirla, sino el escondite que escojamos para ella. No se puede robar algo que no somos capaces de encontrar y no tener la caja fuerte a la vista es importante precisamente por ello.
Empotradas o de sobreponer
A la hora de ocultar nuestra caja fuerte un matiz importante para decidir dónde ponerla es de qué tipo de instalación estamos hablando. Hay cajas fuertes que van empotradas en la pared y, por tanto, son más fáciles de ocultar y otras que son de sobreponer, un elemento externo, y que deberemos alojar en un lugar adecuado.
También existen modelos de cajas camufladas que se mimetizan con el paisaje doméstico. Aunque por dentro sea una caja fuerte funcional, su apariencia exterior es la de una caja eléctrica, un enchufe, una clavija telefónica o la propia rejilla de ventilación. Para su eficacia es importante que sean elementos idénticos a los reales del resto de la casa. A veces es necesario un buen trabajo de decoración para llegar a ese nivel de imitación.
De armarios a paredes
Si uno piensa en el clásico lugar en el que cualquiera iría a buscar una caja fuerte, lo primero que se nos va a venir a la cabeza es el armario. Poner este elemento de seguridad escondido entre nuestra ropa en el fondo del armario es tan clásico como que es frecuente en buena parte de los hoteles que cuentan con este elemento extra para sus huéspedes. El armario es un buen lugar simplemente porque no tendremos la caja fuerte a la vista si este está cerrado, pero no deja de ser un espacio muy típico en el que cualquier intruso con intención de robar nuestras pertenencias iría a buscar. Sin embargo, esta ubicación sigue siendo a día de hoy la más escogida para las cajas fuertes de sobreponer.
Diferente es el caso cuando hablamos de las cajas fuertes empotradas. Aquí lo importante, además de la ubicación, es el elemento extra que utilizamos para ocultarla. Las cajas fuertes de pared siempre permanecen ocultas detrás de un elemento decorativo de la casa como un cuadro, una fotografía colgada de la pared, un tapiz, un espejo… algo de poco peso para que sea fácil de retirar cuando queramos acceder al interior de la caja fuerte, pero lo suficientemente grande como para ocultar tanto la puerta de la caja de seguridad como todo el marco que da empaque al empotrado. Para empotrar estas cajas se suelen escoger paredes interiores de gran grosor o pilares que no delaten la posición de lo que se oculta si se observa desde el otro lado de la pared.
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